Reflexiones frías en la ola de monedas estables: ¿por qué el BIS ha sonado la alarma?

En la ola de activos digitales, las stablecoins son sin duda una de las innovaciones más destacadas de los últimos años. Gracias a su promesa de estar vinculadas a monedas fiduciarias como el dólar, han construido un "refugio" de valor en el volátil mundo de las criptomonedas, y se están convirtiendo cada vez más en una infraestructura clave en el ámbito de las finanzas descentralizadas (DeFi) y los pagos globales. Su capitalización de mercado ha pasado de cero a cientos de miles de millones de dólares, lo que parece presagiar el surgimiento de una nueva forma de moneda.

Gráfico 1: Tendencia de crecimiento del valor de mercado de las stablecoins globales (ilustración). Su crecimiento explosivo contrasta marcadamente con la actitud cautelosa de los reguladores.

Sin embargo, justo cuando el mercado estaba en euforia, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), conocido como el "banco central de los bancos centrales", emitió una severa advertencia en su informe económico de mayo de 2025. El BIS señaló claramente que las stablecoins no son verdaderas monedas y que, detrás de su aparente próspero ecosistema, existen riesgos sistémicos que podrían desestabilizar todo el sistema financiero. Esta conclusión es como un cubo de agua fría, obligándonos a reconsiderar la naturaleza de las stablecoins.

El equipo de investigación Aiying tiene como objetivo interpretar en profundidad este informe del BIS, centrándose en la teoría de las "tres puertas" de la moneda que propone: cualquier sistema monetario confiable debe superar estas tres pruebas: Singularidad (Singleness), Elasticidad (Elasticity) e Integridad (Integrity). Combinaremos ejemplos concretos para analizar las dificultades de las stablecoins ante estas tres puertas, y complementaremos consideraciones de la realidad fuera del marco del BIS, para finalmente discutir hacia dónde se dirigirá el futuro de la digitalización monetaria.

Primera puerta: el dilema de la singularidad: ¿pueden las stablecoins ser "estables" para siempre?

La "unicidad" de la moneda es la piedra angular del sistema financiero moderno. Esto significa que en cualquier momento y en cualquier lugar, el valor de una unidad de moneda debe ser exactamente igual al valor nominal de otra unidad. En otras palabras, "un peso siempre es un peso". Esta constancia y uniformidad del valor es el fundamento para que la moneda cumpla con las tres funciones principales de unidad de cuenta, medio de intercambio y almacenamiento de valor.

El argumento central de BIS es que el mecanismo de anclaje de valor de las stablecoins presenta defectos inherentes, lo que impide garantizar fundamentalmente un intercambio 1:1 con monedas fiduciarias (como el dólar). Su confianza no proviene del crédito del Estado, sino que depende del crédito comercial del emisor privado, la calidad de los activos de reserva y la transparencia, lo que la expone en todo momento al riesgo de "desacoplamiento".

El BIS cita en su informe la histórica "Era de los Bancos Libres" (Free Banking Era, aproximadamente 1837-1863 en Estados Unidos) como espejo. En ese momento, Estados Unidos no tenía un banco central y los bancos privados autorizados por los estados podían emitir sus propios billetes. Teóricamente, estos billetes podían ser canjeados por oro o plata, pero en la práctica, su valor variaba según la reputación y la solvencia del banco emisor. Un billete de 1 dólar de un banco de una región remota podría valer solo 90 centavos en Nueva York, o incluso menos. Esta situación caótica resultó en costos de transacción extremadamente altos, obstaculizando gravemente el desarrollo económico. Para el BIS, las monedas estables de hoy son una versión digital de este caos histórico: cada emisor de monedas estables actúa como un "banco privado" independiente, y la cuestión de si el "dólar digital" que emite puede ser realmente canjeado sigue siendo una pregunta sin respuesta.

No necesitamos retroceder demasiado en la historia; las lecciones dolorosas recientes son suficientes para ilustrar el problema. El colapso del stablecoin algorítmico UST (TerraUSD), que perdió su valor a cero en cuestión de días, borró cientos de miles de millones de dólares en valor de mercado. Este evento ilustra vívidamente cuán frágil es la llamada "estabilidad" cuando se rompe la cadena de confianza. Incluso los stablecoins respaldados por activos han sido objeto de cuestionamientos constantes en cuanto a la composición de sus activos de reserva, auditoría y liquidez. Por lo tanto, los stablecoins ya enfrentan serias dificultades ante la primera puerta de la "unicidad".

Segunda puerta: La tristeza de la elasticidad - La "trampa hermosa" del 100% de reservas.

Si se dice que la "unicidad" se refiere a la "calidad" de la moneda, entonces la "elasticidad" se refiere a la "cantidad" de la moneda. La "elasticidad" de la moneda se refiere a la capacidad del sistema financiero para crear y contraer crédito de manera dinámica según la demanda real de la actividad económica. Este es el motor clave que permite a la economía de mercado moderna autorregularse y crecer de manera sostenida. Cuando la economía prospera, la expansión del crédito apoya la inversión; cuando la economía se enfría, la contracción del crédito controla el riesgo.

BIS señala que las stablecoins, especialmente aquellas que se jactan de tener un 100% de activos líquidos de alta calidad (como efectivo y bonos del gobierno a corto plazo) como reservas, son en realidad un modelo de "Banco Estrecho" (Narrow Bank). Este modelo utiliza completamente los fondos de los usuarios para mantener activos de reserva seguros, sin realizar préstamos. Aunque esto suena muy seguro, se logra a costa de sacrificar por completo la "elasticidad" monetaria.

Podemos entender las diferencias a través de una comparación de escenarios:

  • Sistema bancario tradicional (con flexibilidad):

Supongamos que depositas 1000 yuanes en un banco comercial. Según el sistema de reservas fraccionarias, el banco solo necesita mantener 100 yuanes como reservas, y los otros 900 yuanes pueden prestarse a empresarios que necesitan financiamiento. Este empresario utiliza esos 900 yuanes para pagar la factura de un proveedor, quien a su vez deposita este dinero en el banco. Este ciclo se repite, y el depósito inicial de 1000 yuanes genera más dinero a través de la creación de crédito en el sistema bancario, apoyando el funcionamiento de la economía real.

  • Sistema de Stablecoins (falta de flexibilidad):

Supongamos que usas 1000 dólares para comprar 1000 unidades de una stablecoin. El emisor se compromete a depositar esos 1000 dólares en un banco o a comprar bonos del tesoro de EE. UU. como reserva. Este dinero queda "bloqueado" y no puede ser utilizado para préstamos. Si un empresario necesita financiamiento, el propio sistema de stablecoin no puede satisfacer esta necesidad. Solo puede esperar pasivamente que más dólares del mundo real fluyan, y no puede crear crédito en función de la demanda endógena de la economía. Todo el sistema es como un "pantano estancado", careciendo de capacidad para autorregularse y apoyar el crecimiento económico.

Esta característica de "inelasticidad" no solo limita su propio desarrollo, sino que también representa un impacto potencial en el sistema financiero existente. Si una gran cantidad de fondos sale del sistema bancario comercial y se convierte en stablecoins, esto llevará directamente a una reducción de los fondos disponibles para préstamos en los bancos, disminuyendo su capacidad de creación de crédito (similar a la naturaleza de una contracción cuantitativa). Esto podría desencadenar un endurecimiento del crédito, aumentar los costos de financiamiento y, en última instancia, perjudicar a las pequeñas y medianas empresas y las actividades innovadoras que más necesitan apoyo financiero.

Por supuesto, hablando de esto, en el futuro, con el uso masivo de las stablecoins, aparecerán bancos de stablecoins (prestamistas), por lo que esta creación de crédito volverá al sistema bancario en una nueva forma.

La Tercera Puerta: La Falta de Integridad - El Juego Eterno entre Anonimato y Regulación

La "integridad" de la moneda es la "red de seguridad" del sistema financiero. Exige que los sistemas de pago sean seguros, eficientes y capaces de prevenir eficazmente actividades ilegales como el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y la evasión fiscal. Detrás de esto se necesita un marco legal sólido, una clara división de responsabilidades y una fuerte capacidad de supervisión y ejecución para garantizar que las actividades financieras sean legales y cumplan con la normativa.

El BIS considera que la arquitectura tecnológica subyacente de las stablecoins, especialmente aquellas construidas sobre cadenas públicas, representa un desafío serio para la "integridad" financiera. El problema central radica en las características de anonimato y descentralización, lo que dificulta la efectividad de los métodos de regulación financiera tradicionales.

Imaginemos un escenario específico: una transacción de stablecoin por valor de varios millones de dólares se transfiere a través de una cadena pública desde una dirección anónima a otra dirección anónima, y todo el proceso puede llevar solo unos minutos, con tarifas bajas. A pesar de que el registro de esta transacción es público y puede ser consultado en la blockchain, correlacionar estas direcciones compuestas por caracteres aleatorios con personas o entidades en el mundo real resulta excepcionalmente difícil. Esto abre la puerta a la fácil circulación de fondos ilegales a través de fronteras, lo que hace que los requisitos regulatorios clave como 'conoce a tu cliente' (KYC) y 'anti-lavado de dinero' (AML) sean prácticamente ineficaces.

En comparación, las transferencias bancarias internacionales tradicionales (como a través del sistema SWIFT) aunque a veces parecen ineficientes y costosas, su ventaja radica en que cada transacción se encuentra dentro de una red regulatoria estricta. Los bancos remitentes, los bancos receptores y los bancos intermediarios deben cumplir con las leyes y regulaciones de sus respectivos países, verificar la identidad de las partes en la transacción y reportar transacciones sospechosas a las autoridades regulatorias. Este sistema, aunque engorroso, proporciona una garantía básica para la "integridad" del sistema financiero global.

Las características tecnológicas de las stablecoins desafían fundamentalmente este modelo regulatorio basado en intermediarios. Esta es precisamente la razón por la cual los reguladores globales se mantienen en alta alerta y continúan pidiendo su inclusión en un marco regulatorio integral. Un sistema monetario que no puede prevenir eficazmente el crimen financiero, sin importar lo avanzada que sea su tecnología, no puede obtener la confianza final de la sociedad y del gobierno.

Opinión adicional de Aiying: Culpar completamente el problema de la "integridad" a la tecnología en sí puede ser demasiado pesimista. Con el creciente desarrollo de herramientas de análisis de datos en cadena (como Chainalysis, Elliptic) y la implementación gradual de marcos regulatorios globales (como el Reglamento de Mercados de Criptoactivos de la UE, MiCA), la capacidad para rastrear las transacciones de stablecoins y llevar a cabo auditorías de cumplimiento está aumentando rápidamente. En el futuro, las stablecoins "amigas de los reguladores", que sean completamente conformes, transparentes en sus reservas y sometidas a auditorías periódicas, probablemente se convertirán en la corriente principal del mercado. En ese momento, el problema de la "integridad" se aliviará en gran medida mediante la combinación de tecnología y regulación, y no debería ser visto como un obstáculo insuperable.

Complemento y reflexión: ¿qué más deberíamos ver fuera del marco del BIS?

La teoría de las "tres puertas" del BIS nos ofrece un marco de análisis grandioso y profundo. Sin embargo, esta parte no tiene la intención de criticar o refutar el valor real de las stablecoins, sino que el estilo del equipo de investigación de Aiying siempre ha sido posicionarse como un pensamiento frío en la ola de la industria, imaginando diversas posibilidades para el futuro con el objetivo de evitar riesgos. Esperamos ofrecer a nuestros clientes y profesionales de la industria una perspectiva más amplia, constructiva y complementaria, para profundizar y extender el discurso del BIS, explorando algunos problemas reales que no se han tratado en el informe, pero que son igualmente cruciales.

1. La vulnerabilidad técnica de las stablecoins

Además de los tres grandes desafíos a nivel económico, las stablecoins también presentan imperfecciones a nivel técnico. Su funcionamiento depende en gran medida de dos infraestructuras clave: Internet y la red blockchain subyacente. Esto significa que, en caso de una interrupción masiva de la red, fallos en los cables submarinos, apagones a gran escala o ciberataques dirigidos, todo el sistema de stablecoins podría verse paralizado o incluso colapsar. Esta dependencia absoluta de infraestructuras externas es una debilidad notable en comparación con el sistema financiero tradicional. Por ejemplo, en esta guerra de doscientos millones, el apagón nacional en Irán, e incluso cortes de electricidad en algunas regiones, son situaciones extremas que quizás aún no se han considerado.

Una amenaza a más largo plazo proviene de la disrupción de las tecnologías de vanguardia. Por ejemplo, la madurez de la computación cuántica podría representar un golpe mortal para la mayoría de los algoritmos de cifrado de clave pública existentes. Una vez que se rompa el sistema de cifrado que protege la seguridad de las claves privadas de las cuentas de blockchain, la piedra angular de la seguridad en todo el mundo de los activos digitales dejará de existir. Aunque esto puede parecer distante en la actualidad, es un riesgo fundamental de seguridad que debe ser abordado para un sistema monetario que busca soportar el flujo de valor global.

2、El impacto real de las monedas estables en el sistema financiero y el "techo"

El auge de las stablecoins no solo ha creado una nueva clase de activos, sino que también está compitiendo directamente con los bancos tradicionales por el recurso más esencial: los depósitos. Si esta tendencia de "desintermediación" continúa expandiéndose, debilitará la posición central de los bancos comerciales en el sistema financiero, afectando así su capacidad para servir a la economía real.

Lo que merece una discusión más profunda es una narrativa ampliamente difundida: "los emisores de stablecoins respaldan su valor comprando bonos del gobierno de EE. UU." Este proceso no es tan simple y directo como parece, ya que hay un cuello de botella clave detrás de él: reservas del sistema bancario. Vamos a entender este proceso de flujo de capital a través del siguiente gráfico:

Gráfico 2: Diagrama de flujo de fondos y restricciones para la compra de bonos del Tesoro estadounidense con stablecoins

El análisis del proceso es el siguiente:

  1. El usuario deposita dólares en el banco y luego transfiere a través del banco al emisor de la stablecoin (como Tether o Circle).
  2. El emisor de la stablecoin recibe este depósito en dólares en el banco comercial con el que colabora.
  3. Cuando el emisor decide usar estos fondos para comprar bonos del Tesoro de EE. UU., necesita instruir a su banco para que realice el pago. Este proceso de pago, especialmente durante operaciones a gran escala, finalmente se llevará a cabo a través del sistema de liquidación de la Reserva Federal (Fedwire), lo que resultará en una disminución del saldo de la cuenta de reservas del banco emisor en la Reserva Federal.
  4. En consecuencia, el banco de la parte que vende los bonos del gobierno (como un comerciante de primer nivel) verá aumentar el saldo de su cuenta de reservas.

La clave aquí es que las reservas de los bancos comerciales en la Reserva Federal no son ilimitadas. Los bancos deben mantener suficientes reservas para satisfacer las liquidaciones diarias, hacer frente a los retiros de los clientes y cumplir con los requisitos regulatorios (como el ratio de apalancamiento complementario SLR). Si el tamaño de las stablecoins sigue expandiéndose, la compra masiva de deuda pública estadounidense llevará a un consumo excesivo de las reservas del sistema bancario, lo que provocará presión de liquidez y presión regulatoria sobre los bancos. En ese momento, los bancos pueden limitar o rechazar el servicio a los emisores de stablecoins. Por lo tanto, la demanda de deuda pública estadounidense por parte de las stablecoins tiene un límite en su tamaño, que está determinado por la suficiencia de las reservas del sistema bancario y las restricciones de las políticas regulatorias, y no puede crecer de manera ilimitada.

En comparación, los fondos de dinero del mercado MMF devuelven los fondos a los bancos comerciales B a través del mercado de recompra, aumentando los pasivos de depósitos del banco (depósitos MMF) y las reservas. Estos depósitos pueden ser utilizados para la creación de crédito por parte del banco (como la concesión de préstamos), restaurando directamente la base de depósitos del sistema bancario.

Entendamos este proceso de flujo de fondos a través de la siguiente imagen:

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Gráfico 3: Esquema de flujo de fondos y restricciones de la compra de bonos del tesoro estadounidense por parte de los MMFs

Entre la "cacería" y la "amnistía" - El futuro de las stablecoins

Teniendo en cuenta las advertencias prudenciales del BIS y la demanda real del mercado, el futuro de las stablecoins parece estar en una encrucijada. Enfrenta tanto la presión de un "cerco" por parte de los reguladores globales como la posibilidad de ser "absorbida" por el sistema financiero mainstream.

resumir la contradicción central

El futuro de las stablecoins es, en esencia, una lucha entre su "vitalidad innovadora salvaje" y los requisitos centrales del sistema financiero moderno de "estabilidad, seguridad y control". La primera trae consigo la posibilidad de mejorar la eficiencia y la inclusión financiera, mientras que la segunda es la piedra angular que mantiene la estabilidad financiera global. Encontrar un equilibrio entre ambos es el desafío común que enfrentan todos los reguladores y participantes del mercado.

Solución BIS: libro mayor unificado y tokenización

Ante este desafío, el BIS no eligió una negación total, sino que propuso una gran alternativa: un "Libro Mayor Unificado" basado en la "tokenización" de la moneda del banco central, los depósitos de los bancos comerciales y los bonos del gobierno.

“Las plataformas tokenizadas con reservas de bancos centrales, dinero de bancos comerciales y bonos del gobierno en el centro pueden sentar las bases para el sistema monetario y financiero de próxima generación.” — Informe Económico Anual del BIS 2025, Conclusiones Clave

Aiying research considera que esto es esencialmente una estrategia de "cooptación". Su objetivo es absorber las ventajas de la programación, liquidación atómica y otras que trae la tecnología tokenizada, pero colocándola firmemente sobre una base de confianza dominada por el banco central. En este sistema, la innovación se orienta a realizarse dentro de un marco regulado, disfrutando de los beneficios tecnológicos y asegurando la estabilidad financiera. Y las stablecoins solo pueden desempeñar un "rol auxiliar, estrictamente limitado".

La selección y evolución del mercado

A pesar de que el BIS ha trazado un plano claro, la evolución del mercado suele ser mucho más compleja y diversa. El futuro de las stablecoins probablemente presentará una tendencia de diversificación:

  • Ruta de cumplimiento:

Una parte de los emisores de stablecoins abrazará activamente la regulación, logrando una total transparencia de los activos de reserva, aceptando auditorías de terceros de forma regular e integrando herramientas avanzadas de AML/KYC. Este tipo de "stablecoins cumplidoras" se espera que se integren en el sistema financiero existente, convirtiéndose en herramientas de pago digitales reguladas o en medios de liquidación de activos tokenizados.

  • Ruta de deslocalización/mercado de nicho:

Otra parte de las stablecoins puede optar por operar en regiones con regulaciones relativamente laxas, continuando para satisfacer la demanda de mercados específicos como las finanzas descentralizadas (DeFi) y transacciones transfronterizas de alto riesgo. Sin embargo, su tamaño e influencia estarán severamente limitados, y será difícil que se conviertan en algo mainstream.

La "triple puerta" de las stablecoins revela profundamente sus propios defectos estructurales y, como un espejo, refleja las deficiencias del actual sistema financiero global en términos de eficiencia, costos y accesibilidad. El informe del BIS nos alerta, recordándonos que no debemos perseguir una innovación tecnológica ciega a expensas de la estabilidad financiera. Sin embargo, la verdadera demanda del mercado también nos sugiere que, en el camino hacia un sistema financiero de próxima generación, la respuesta puede no ser simplemente blanco o negro. El verdadero progreso puede residir precisamente en fusionar con prudencia el diseño de arriba hacia abajo y la innovación de mercado de abajo hacia arriba, encontrando un camino intermedio entre la "represión" y la "aceptación" hacia un futuro financiero más eficiente, seguro y accesible.

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