El 21 de mayo de 2025, la SEC volvió a poner la regulación de encriptación en el centro de atención. La empresa Unicoin fue acusada de recaudar más de 100 millones de dólares mediante declaraciones falsas, afirmando que su Token estaba respaldado por activos por valor de miles de millones de dólares, cuando su valor real estaba muy por debajo de lo esperado.
En la última década, la regulación de la industria de encriptación por parte de la SEC ha pasado de reprimir ICO fraudulentos a una aplicación integral contra grandes intercambios, enfrentándose a grandes desafíos. Con la llegada de un nuevo presidente favorable a la encriptación, la regulación ha disminuido notablemente, se han retirado varios casos antiguos, pero ahora resurgen las demandas. ¿Está volviendo un fuerte control regulatorio?
La «tormenta regulatoria» de la SEC
Desde que la SEC tomó su primera acción de cumplimiento contra la encriptación en 2013, la industria de la encriptación ha sido una "zona gris" regulatoria. La herramienta de regulación central de la SEC es la prueba de Howey de 1946, utilizada para determinar si un activo es un valor, es decir, si implica "inversión de dinero, empresa común, expectativa de ganancias de los esfuerzos de otros". Este estándar es claro en las finanzas tradicionales, pero ha generado muchas controversias en el complejo entorno de DeFi y la economía de tokens. La SEC ha dependido durante mucho tiempo de acciones de cumplimiento dispersas en lugar de reglas claras para regular la industria de activos digitales, lo que ha llevado a una falta de previsibilidad en el mercado y a que los inversores y empresas enfrenten dificultades de cumplimiento.
En los primeros días de las criptomonedas, surgieron ofertas iniciales de monedas, pero muchos proyectos eran sospechosos de fraude. En 2017, la SEC publicó su Informe DAO, que establecía claramente que los tokens podrían considerarse valores, lo que marca una intervención regulatoria formal. En diciembre del mismo año, la SEC inició una demanda contra PlexCorps, acusándola de recaudar 15 millones de dólares a través de publicidad engañosa, iniciando una dura ofensiva contra las ICO fraudulentas. En 2018, el caso de BitConnect se convirtió en el centro de atención, y la plataforma recaudó más de USD 2 mil millones a través de un esquema de inversión al estilo del esquema Ponzi, prometiendo falsamente altos rendimientos y, finalmente, fue condenada a pagar una fuerte multa en 2021. La característica común de estos primeros casos fue que la parte del proyecto engañó a los inversores mediante la tergiversación o la malversación de fondos, y el objetivo de la SEC era proteger a los inversores del "crecimiento salvaje" del mercado de las criptomonedas.
En 2021, después de que Gary Gensler se convirtiera en presidente de la SEC, la industria de las criptomonedas marcó el comienzo de una "tormenta regulatoria". Gensler cree que "la aplicación es regulación" y cree que la gran mayoría de los criptoactivos son valores y deben cumplir con las leyes federales de valores. En junio de 2023, la SEC lanzó una demanda de gran éxito contra Binance y Coinbase, acusándolos de operar como una bolsa de valores no registrada que involucra docenas de tokens como BNB, SOL, ADA y más.
Binance fue acusada de vender ilegalmente valores y manipular el mercado, mientras que Coinbase fue acusada de proporcionar servicios de corretaje y compensación no registrados. Estas demandas no solo conmocionaron al mercado, sino que también provocaron que el precio del token subyacente cayera un 5,2% hasta el 17,2%. Durante el mismo período, el caso Ripple, que comenzó en 2020, se convirtió en un punto de referencia de la industria cuando la SEC acusó a Ripple de recaudar USD 1.3 mil millones a través de la venta no registrada de XRP. En 2023, el tribunal dictaminó que el comercio de XRP en el mercado secundario no es necesariamente un valor, pero la venta programática sigue siendo una violación, un fallo dividido que pone de manifiesto la complejidad de la definición regulatoria. El caso de Terraform Labs en 2022 expuso aún más el riesgo del mercado, ya que la SEC acusó a su fundador, Do Kwon, de manipular el mercado a través de TerraUSD y LUNA, lo que provocó miles de millones de dólares en pérdidas para los inversores.
Estos casos reflejan la postura dura de la era Gensler, delimitando líneas rojas regulatorias a través de juicios de alto perfil, intentando incluir la industria de encriptación dentro del marco financiero tradicional. Sin embargo, la aplicación de la ley en la era Gensler se basa en la Ley de Valores de 1933, tratando de forzar activos digitales completamente nuevos dentro de un marco tradicional, careciendo de adaptabilidad y claridad.
"¿Binance llegará a un acuerdo con la SEC? Echemos un vistazo a los proyectos conocidos que han sido multados por la SEC en la historia"
Cambio hacia una regulación amigable con la encriptación
Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, ha estado haciendo alarde de "amigable con la encriptación" como una de sus importantes declaraciones políticas. El 10 de abril de 2025, la SEC bajo Trump dio la bienvenida a su nuevo presidente, Paul Atkins, quien trajo un cambio significativo en la dirección de la regulación. Atkins, conocido por su postura amigable al mercado, enfatizó la regulación de la industria de la encriptación mediante la elaboración de reglas claras en lugar de simplemente hacer cumplir la ley. En febrero de 2025, la SEC retiró las demandas civiles contra Ripple, Coinbase y Kraken, poniendo fin a los casos emblemáticos de la era de Gensler.
Además, la SEC ha derogado el aviso contable de empleados 121 (SAB 121), restaurando la custodia de activos encriptados como un proyecto fuera de balance y aclarando que la minería propia y las actividades de minería en grupo generalmente no constituyen valores. Estas medidas se consideran un "desenlace" para la industria de la encriptación, con el objetivo de reducir la carga de cumplimiento para las empresas y estimular la vitalidad de la innovación. La "aplicación fragmentada" anterior de la SEC carecía de amigabilidad para el usuario, no logró proporcionar un camino de cumplimiento predecible, y las medidas de Atkins están tratando de cambiar esta situación.
Lo más importante es que Atkins impulsó la creación de un grupo de trabajo sobre encriptación, liderado por la comisionada de la SEC Hester Peirce, con el objetivo de colaborar con la industria para establecer reglas claras que abarquen monedas estables, monedas meme y DeFi. Peirce publicó un anuncio el 21 de febrero, invitando al público a proporcionar opiniones sobre activos encriptados y tecnología blockchain, planteando más de 100 preguntas que abarcan cuatro categorías, incluyendo activos encriptados de tipo valor, tokens en contratos de inversión, valores tokenizados y activos encriptados que no son valores.
Los esfuerzos del grupo de trabajo no se limitan a la SEC, sino que se hacen eco de la orden ejecutiva de Trump del 23 de enero sobre activos digitales, que estableció un grupo de trabajo interinstitucional sobre activos digitales en el que participan la SEC, la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) y otros. Esta colaboración entre agencias tiene como objetivo abordar la superposición regulatoria que ha plagado durante mucho tiempo la industria, como la visión de la SEC de los tokens como valores, la visión de la CFTC de ellos como productos básicos y la visión de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) de ellos como "dinero" según la Ley de Transferencia Electrónica de Fondos. La postura pro-mercado de Atkins y el establecimiento del grupo de trabajo son vistos como un nuevo amanecer para la industria, anunciando un cambio de "custodia por multas" a "custodia por orientación".
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¿Por qué hay una nueva demanda?
A pesar de que Atkins ha retirado múltiples demandas desde que asumió el cargo, varios casos de este año también han suscitado algunas especulaciones sobre si la regulación se está endureciendo. Estos casos incluyen el caso Unicoin, el caso Nova Labs, el caso de fraude de ejecutivos de encriptación y la investigación de datos de usuarios de Coinbase. ¿Por qué, en un contexto de políticas relajadas, la SEC sigue presentando demandas con frecuencia? La respuesta radica en los límites de la regulación, la complejidad de la industria y el período de transición en la formulación de reglas.
Este caso de Unicoin podría ser un importante caso histórico en 2025. La SEC acusó a Unicoin y a sus ejecutivos de recaudar más de USD 100 millones a través de tergiversaciones, alegando que sus tokens estaban respaldados por miles de millones de dólares en activos, cuando el valor real era mucho menor de lo esperado, engañando a más de 5,000 inversores. Además, la empresa fue acusada de vender 37,9 millones de certificados de derechos sin registro. El fraude sigue siendo el resultado final regulatorio de la SEC, estrechamente alineado con su misión principal de proteger a los inversores. Incluso si la aplicación de la ley se debilita, la SEC seguirá centrada en el fraude y los esquemas Ponzi, especialmente para la protección de los inversores minoristas.
La controversia sobre la emisión de valores no registrados aún no ha llegado a una conclusión clara. Las acusaciones del caso Unicoin no se limitan al fraude, sino que también implican la venta de valores no registrados. A pesar de que Atkins impulsó la elaboración de reglas, la aplicabilidad de la prueba Howey aún no está completamente clarificada. Durante la era de Gensler, se intentó considerar todos los tokens como valores, mientras que el nuevo grupo de trabajo intenta distinguir entre diferentes tipos de encriptación, como los tokens de valores y los tokens no de valores. Esta regulación precisa hace que el caso de 2025 se centre más en las violaciones específicas, en lugar de desafiar de manera general la legalidad de las bolsas o los tokens.
Además, los requisitos de transparencia de datos de la SEC están aumentando. El 15 de mayo, la SEC inició una investigación sobre Coinbase, cuestionando que podría engañar a los inversores al inflar el número de "usuarios verificados" en sus presentaciones de OPI. El caso de Coinbase se dividió en dos vías: la SEC acusó a su plataforma de negociación de operar ilegalmente una bolsa de valores no registrada, y Coinbase inició una demanda para pedir a la SEC que estableciera reglas claras. A principios de 2025, el Tercer Circuito dictaminó que la denegación de la SEC a la solicitud de reglamentación de Coinbase era insuficiente y le ordenó que explicara más. Posteriormente, la SEC desestimó la demanda en el Segundo Circuito, lo que indica un cambio en el enfoque regulatorio. Este caso marca un cambio en el enfoque de la SEC únicamente en la definición de valores hacia un escrutinio de cumplimiento más amplio, particularmente con respecto a las divulgaciones financieras.
La complejidad de la industria de las criptomonedas y el retraso en la regulación son las razones subyacentes de las nuevas demandas. Desde DeFi hasta NFT y tokens respaldados por activos, el rápido ritmo del mercado ha dificultado que los marcos regulatorios se mantengan al día. Los modelos emergentes, como los tokens respaldados por activos involucrados en el caso de Unicoin, han obligado a la SEC a probar los límites regulatorios a través de la aplicación. La "guerra territorial" entre la SEC, la CFTC y la CFPB ha exacerbado la incertidumbre regulatoria, y el grupo de trabajo de Atkins y el grupo de trabajo interinstitucional están tratando de abordar este problema. No obstante, el proceso de elaboración de normas lleva tiempo, y los litigios siguen siendo la principal herramienta para colmar las lagunas normativas a corto plazo.
¿La encriptación de la regulación va a "invertirse" otra vez?
Los nuevos litigios en 2025 presentan diferencias significativas en el propósito, el alcance y el impacto en comparación con la última década, lo que refleja la evolución de la estrategia regulatoria de la SEC. En primer lugar, los objetivos de las fuerzas del orden están más centrados. Durante el período de Gensler, la SEC intentó llevar la mayoría de los criptoactivos al marco de los valores a través de demandas contra empresas líderes como Binance y Coinbase, identificando 68 tokens como valores, lo que provocó un shock generalizado en el mercado. Y la nueva demanda de 2025 se centra más en violaciones específicas, como el fraude de Unicoin y las ventas no registradas, evitando ataques a todo el ecosistema, lo que demuestra que la SEC está más inclinada a tomar medidas enérgicas contra las "ovejas negras". La aplicación durante la era Gensler se basó en la obsoleta Ley de Valores de 1933 y careció de adaptabilidad, mientras que el nuevo grupo de trabajo tiene como objetivo desarrollar "reglas justas" apropiadas para los activos digitales.
En segundo lugar, el alcance de la litigación es más preciso. Casos históricos como los de Ripple y Binance involucran miles de millones de dólares en transacciones y múltiples Tokens, afectando a todo el mercado. En cambio, el caso de Unicoin involucra 100 millones de dólares, la cantidad de la conciliación en el caso de Nova Labs es de solo 200 mil dólares, y la investigación de Coinbase se limita únicamente a problemas de divulgación de datos, sin tocar su negocio central. La escala y el impacto de los nuevos casos son más limitados, evitando así una volatilidad extrema en el mercado.
Además, el tono regulatorio es más conciliador. Las demandas durante la era Gensler solían ir acompañadas de duras declaraciones como "los criptoactivos son casi todos valores", lo que provocó una reacción violenta de la industria. La SEC, bajo Atkins, está más centrada en trabajar con la industria, con la revocación de la SAB 121 y la creación del Grupo de Trabajo de Criptomonedas que muestra su apoyo a la innovación. La redacción de la nueva demanda se centra en infracciones específicas en lugar de negar a la industria en su conjunto, mostrando una postura regulatoria más moderada. La acción de comentarios públicos de Hester Peirce es "bastante inusual" y refleja el énfasis de la SEC en la colaboración de la industria.
Por último, se ha producido una reducción de los litigios. En el caso de Ripple, el tribunal emitió un fallo dividido sobre los atributos de seguridad de XRP, destacando las limitaciones de la prueba de Howey. Si bien las nuevas demandas, como el caso de Unicoin, se basan principalmente en fraude y ventas no registradas, hay menos disputas legales, lo que evita las complejidades de definir los atributos de los tokens. Este tipo de aplicación precisa ayuda a reducir la incertidumbre en la industria. Con reglas claras, es probable que surjan más demandas de valores privados y demandas colectivas en el futuro, y los recursos de aplicación de la SEC se centrarán más en el fraude tradicional y los esquemas Ponzi.
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¿La SEC acusa a Unicoin de fraude por cientos de millones, y van a cambiar los estándares regulatorios nuevamente?
El 21 de mayo de 2025, la SEC volvió a poner la regulación de encriptación en el centro de atención. La empresa Unicoin fue acusada de recaudar más de 100 millones de dólares mediante declaraciones falsas, afirmando que su Token estaba respaldado por activos por valor de miles de millones de dólares, cuando su valor real estaba muy por debajo de lo esperado.
En la última década, la regulación de la industria de encriptación por parte de la SEC ha pasado de reprimir ICO fraudulentos a una aplicación integral contra grandes intercambios, enfrentándose a grandes desafíos. Con la llegada de un nuevo presidente favorable a la encriptación, la regulación ha disminuido notablemente, se han retirado varios casos antiguos, pero ahora resurgen las demandas. ¿Está volviendo un fuerte control regulatorio?
La «tormenta regulatoria» de la SEC
Desde que la SEC tomó su primera acción de cumplimiento contra la encriptación en 2013, la industria de la encriptación ha sido una "zona gris" regulatoria. La herramienta de regulación central de la SEC es la prueba de Howey de 1946, utilizada para determinar si un activo es un valor, es decir, si implica "inversión de dinero, empresa común, expectativa de ganancias de los esfuerzos de otros". Este estándar es claro en las finanzas tradicionales, pero ha generado muchas controversias en el complejo entorno de DeFi y la economía de tokens. La SEC ha dependido durante mucho tiempo de acciones de cumplimiento dispersas en lugar de reglas claras para regular la industria de activos digitales, lo que ha llevado a una falta de previsibilidad en el mercado y a que los inversores y empresas enfrenten dificultades de cumplimiento.
En los primeros días de las criptomonedas, surgieron ofertas iniciales de monedas, pero muchos proyectos eran sospechosos de fraude. En 2017, la SEC publicó su Informe DAO, que establecía claramente que los tokens podrían considerarse valores, lo que marca una intervención regulatoria formal. En diciembre del mismo año, la SEC inició una demanda contra PlexCorps, acusándola de recaudar 15 millones de dólares a través de publicidad engañosa, iniciando una dura ofensiva contra las ICO fraudulentas. En 2018, el caso de BitConnect se convirtió en el centro de atención, y la plataforma recaudó más de USD 2 mil millones a través de un esquema de inversión al estilo del esquema Ponzi, prometiendo falsamente altos rendimientos y, finalmente, fue condenada a pagar una fuerte multa en 2021. La característica común de estos primeros casos fue que la parte del proyecto engañó a los inversores mediante la tergiversación o la malversación de fondos, y el objetivo de la SEC era proteger a los inversores del "crecimiento salvaje" del mercado de las criptomonedas.
En 2021, después de que Gary Gensler se convirtiera en presidente de la SEC, la industria de las criptomonedas marcó el comienzo de una "tormenta regulatoria". Gensler cree que "la aplicación es regulación" y cree que la gran mayoría de los criptoactivos son valores y deben cumplir con las leyes federales de valores. En junio de 2023, la SEC lanzó una demanda de gran éxito contra Binance y Coinbase, acusándolos de operar como una bolsa de valores no registrada que involucra docenas de tokens como BNB, SOL, ADA y más.
Binance fue acusada de vender ilegalmente valores y manipular el mercado, mientras que Coinbase fue acusada de proporcionar servicios de corretaje y compensación no registrados. Estas demandas no solo conmocionaron al mercado, sino que también provocaron que el precio del token subyacente cayera un 5,2% hasta el 17,2%. Durante el mismo período, el caso Ripple, que comenzó en 2020, se convirtió en un punto de referencia de la industria cuando la SEC acusó a Ripple de recaudar USD 1.3 mil millones a través de la venta no registrada de XRP. En 2023, el tribunal dictaminó que el comercio de XRP en el mercado secundario no es necesariamente un valor, pero la venta programática sigue siendo una violación, un fallo dividido que pone de manifiesto la complejidad de la definición regulatoria. El caso de Terraform Labs en 2022 expuso aún más el riesgo del mercado, ya que la SEC acusó a su fundador, Do Kwon, de manipular el mercado a través de TerraUSD y LUNA, lo que provocó miles de millones de dólares en pérdidas para los inversores.
Estos casos reflejan la postura dura de la era Gensler, delimitando líneas rojas regulatorias a través de juicios de alto perfil, intentando incluir la industria de encriptación dentro del marco financiero tradicional. Sin embargo, la aplicación de la ley en la era Gensler se basa en la Ley de Valores de 1933, tratando de forzar activos digitales completamente nuevos dentro de un marco tradicional, careciendo de adaptabilidad y claridad.
"¿Binance llegará a un acuerdo con la SEC? Echemos un vistazo a los proyectos conocidos que han sido multados por la SEC en la historia"
Cambio hacia una regulación amigable con la encriptación
Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, ha estado haciendo alarde de "amigable con la encriptación" como una de sus importantes declaraciones políticas. El 10 de abril de 2025, la SEC bajo Trump dio la bienvenida a su nuevo presidente, Paul Atkins, quien trajo un cambio significativo en la dirección de la regulación. Atkins, conocido por su postura amigable al mercado, enfatizó la regulación de la industria de la encriptación mediante la elaboración de reglas claras en lugar de simplemente hacer cumplir la ley. En febrero de 2025, la SEC retiró las demandas civiles contra Ripple, Coinbase y Kraken, poniendo fin a los casos emblemáticos de la era de Gensler.
Además, la SEC ha derogado el aviso contable de empleados 121 (SAB 121), restaurando la custodia de activos encriptados como un proyecto fuera de balance y aclarando que la minería propia y las actividades de minería en grupo generalmente no constituyen valores. Estas medidas se consideran un "desenlace" para la industria de la encriptación, con el objetivo de reducir la carga de cumplimiento para las empresas y estimular la vitalidad de la innovación. La "aplicación fragmentada" anterior de la SEC carecía de amigabilidad para el usuario, no logró proporcionar un camino de cumplimiento predecible, y las medidas de Atkins están tratando de cambiar esta situación.
Lo más importante es que Atkins impulsó la creación de un grupo de trabajo sobre encriptación, liderado por la comisionada de la SEC Hester Peirce, con el objetivo de colaborar con la industria para establecer reglas claras que abarquen monedas estables, monedas meme y DeFi. Peirce publicó un anuncio el 21 de febrero, invitando al público a proporcionar opiniones sobre activos encriptados y tecnología blockchain, planteando más de 100 preguntas que abarcan cuatro categorías, incluyendo activos encriptados de tipo valor, tokens en contratos de inversión, valores tokenizados y activos encriptados que no son valores.
Los esfuerzos del grupo de trabajo no se limitan a la SEC, sino que se hacen eco de la orden ejecutiva de Trump del 23 de enero sobre activos digitales, que estableció un grupo de trabajo interinstitucional sobre activos digitales en el que participan la SEC, la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) y otros. Esta colaboración entre agencias tiene como objetivo abordar la superposición regulatoria que ha plagado durante mucho tiempo la industria, como la visión de la SEC de los tokens como valores, la visión de la CFTC de ellos como productos básicos y la visión de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) de ellos como "dinero" según la Ley de Transferencia Electrónica de Fondos. La postura pro-mercado de Atkins y el establecimiento del grupo de trabajo son vistos como un nuevo amanecer para la industria, anunciando un cambio de "custodia por multas" a "custodia por orientación".
Lectura relacionada: "El nuevo presidente asumió el cargo y en 48 horas, la SEC se convirtió en el 'papa encriptado'"
¿Por qué hay una nueva demanda?
A pesar de que Atkins ha retirado múltiples demandas desde que asumió el cargo, varios casos de este año también han suscitado algunas especulaciones sobre si la regulación se está endureciendo. Estos casos incluyen el caso Unicoin, el caso Nova Labs, el caso de fraude de ejecutivos de encriptación y la investigación de datos de usuarios de Coinbase. ¿Por qué, en un contexto de políticas relajadas, la SEC sigue presentando demandas con frecuencia? La respuesta radica en los límites de la regulación, la complejidad de la industria y el período de transición en la formulación de reglas.
Este caso de Unicoin podría ser un importante caso histórico en 2025. La SEC acusó a Unicoin y a sus ejecutivos de recaudar más de USD 100 millones a través de tergiversaciones, alegando que sus tokens estaban respaldados por miles de millones de dólares en activos, cuando el valor real era mucho menor de lo esperado, engañando a más de 5,000 inversores. Además, la empresa fue acusada de vender 37,9 millones de certificados de derechos sin registro. El fraude sigue siendo el resultado final regulatorio de la SEC, estrechamente alineado con su misión principal de proteger a los inversores. Incluso si la aplicación de la ley se debilita, la SEC seguirá centrada en el fraude y los esquemas Ponzi, especialmente para la protección de los inversores minoristas.
La controversia sobre la emisión de valores no registrados aún no ha llegado a una conclusión clara. Las acusaciones del caso Unicoin no se limitan al fraude, sino que también implican la venta de valores no registrados. A pesar de que Atkins impulsó la elaboración de reglas, la aplicabilidad de la prueba Howey aún no está completamente clarificada. Durante la era de Gensler, se intentó considerar todos los tokens como valores, mientras que el nuevo grupo de trabajo intenta distinguir entre diferentes tipos de encriptación, como los tokens de valores y los tokens no de valores. Esta regulación precisa hace que el caso de 2025 se centre más en las violaciones específicas, en lugar de desafiar de manera general la legalidad de las bolsas o los tokens.
Además, los requisitos de transparencia de datos de la SEC están aumentando. El 15 de mayo, la SEC inició una investigación sobre Coinbase, cuestionando que podría engañar a los inversores al inflar el número de "usuarios verificados" en sus presentaciones de OPI. El caso de Coinbase se dividió en dos vías: la SEC acusó a su plataforma de negociación de operar ilegalmente una bolsa de valores no registrada, y Coinbase inició una demanda para pedir a la SEC que estableciera reglas claras. A principios de 2025, el Tercer Circuito dictaminó que la denegación de la SEC a la solicitud de reglamentación de Coinbase era insuficiente y le ordenó que explicara más. Posteriormente, la SEC desestimó la demanda en el Segundo Circuito, lo que indica un cambio en el enfoque regulatorio. Este caso marca un cambio en el enfoque de la SEC únicamente en la definición de valores hacia un escrutinio de cumplimiento más amplio, particularmente con respecto a las divulgaciones financieras.
La complejidad de la industria de las criptomonedas y el retraso en la regulación son las razones subyacentes de las nuevas demandas. Desde DeFi hasta NFT y tokens respaldados por activos, el rápido ritmo del mercado ha dificultado que los marcos regulatorios se mantengan al día. Los modelos emergentes, como los tokens respaldados por activos involucrados en el caso de Unicoin, han obligado a la SEC a probar los límites regulatorios a través de la aplicación. La "guerra territorial" entre la SEC, la CFTC y la CFPB ha exacerbado la incertidumbre regulatoria, y el grupo de trabajo de Atkins y el grupo de trabajo interinstitucional están tratando de abordar este problema. No obstante, el proceso de elaboración de normas lleva tiempo, y los litigios siguen siendo la principal herramienta para colmar las lagunas normativas a corto plazo.
¿La encriptación de la regulación va a "invertirse" otra vez?
Los nuevos litigios en 2025 presentan diferencias significativas en el propósito, el alcance y el impacto en comparación con la última década, lo que refleja la evolución de la estrategia regulatoria de la SEC. En primer lugar, los objetivos de las fuerzas del orden están más centrados. Durante el período de Gensler, la SEC intentó llevar la mayoría de los criptoactivos al marco de los valores a través de demandas contra empresas líderes como Binance y Coinbase, identificando 68 tokens como valores, lo que provocó un shock generalizado en el mercado. Y la nueva demanda de 2025 se centra más en violaciones específicas, como el fraude de Unicoin y las ventas no registradas, evitando ataques a todo el ecosistema, lo que demuestra que la SEC está más inclinada a tomar medidas enérgicas contra las "ovejas negras". La aplicación durante la era Gensler se basó en la obsoleta Ley de Valores de 1933 y careció de adaptabilidad, mientras que el nuevo grupo de trabajo tiene como objetivo desarrollar "reglas justas" apropiadas para los activos digitales.
En segundo lugar, el alcance de la litigación es más preciso. Casos históricos como los de Ripple y Binance involucran miles de millones de dólares en transacciones y múltiples Tokens, afectando a todo el mercado. En cambio, el caso de Unicoin involucra 100 millones de dólares, la cantidad de la conciliación en el caso de Nova Labs es de solo 200 mil dólares, y la investigación de Coinbase se limita únicamente a problemas de divulgación de datos, sin tocar su negocio central. La escala y el impacto de los nuevos casos son más limitados, evitando así una volatilidad extrema en el mercado.
Además, el tono regulatorio es más conciliador. Las demandas durante la era Gensler solían ir acompañadas de duras declaraciones como "los criptoactivos son casi todos valores", lo que provocó una reacción violenta de la industria. La SEC, bajo Atkins, está más centrada en trabajar con la industria, con la revocación de la SAB 121 y la creación del Grupo de Trabajo de Criptomonedas que muestra su apoyo a la innovación. La redacción de la nueva demanda se centra en infracciones específicas en lugar de negar a la industria en su conjunto, mostrando una postura regulatoria más moderada. La acción de comentarios públicos de Hester Peirce es "bastante inusual" y refleja el énfasis de la SEC en la colaboración de la industria.
Por último, se ha producido una reducción de los litigios. En el caso de Ripple, el tribunal emitió un fallo dividido sobre los atributos de seguridad de XRP, destacando las limitaciones de la prueba de Howey. Si bien las nuevas demandas, como el caso de Unicoin, se basan principalmente en fraude y ventas no registradas, hay menos disputas legales, lo que evita las complejidades de definir los atributos de los tokens. Este tipo de aplicación precisa ayuda a reducir la incertidumbre en la industria. Con reglas claras, es probable que surjan más demandas de valores privados y demandas colectivas en el futuro, y los recursos de aplicación de la SEC se centrarán más en el fraude tradicional y los esquemas Ponzi.
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