"Encriptación de hipotecas" emerge repentinamente: ¿qué gran jugada está haciendo Washington?

robot
Generación de resúmenes en curso

Esta política tiene como objetivo aliviar la crisis de vivienda, pero también ha suscitado preocupaciones sobre los riesgos sistémicos, que podrían repetir el camino de la crisis financiera de 2008.

Escrito por: Oliver, Mars Finance

El miércoles, una publicación en las redes sociales abrió una puerta hacia un campo desconocido en el sector financiero inmobiliario de EE. UU. El director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), William Pulte, intervino personalmente y ordenó a los dos "piedras de toque" del mercado hipotecario estadounidense —Fannie Mae y Freddie Mac— que se prepararan para aceptar criptomonedas como colateral. Esta noticia no fue precedida por un largo comunicado de prensa oficial, sino que, con un estilo de asalto muy característico de la época, presentó una gran visión: convertir a EE. UU. en la "capital mundial de las criptomonedas".

Esto no es simplemente un ajuste de políticas; se asemeja más a una apuesta arriesgada que trasciende el Rubicón financiero. Una clase de activos conocida por su alta volatilidad y especulación está a punto de integrarse en la piedra angular más sensible de la economía estadounidense: un vasto mercado de más de 13 billones de dólares. Los nervios del mercado se activan al instante, y los recuerdos dolorosos de la crisis financiera de 2008 son reavivados. ¿Es esto una solución innovadora para la crisis de vivienda o una imprudente apertura de una herida antigua que podría desencadenar una infección sistémica? Para encontrar la respuesta, necesitamos despejar la niebla y ver las cartas ocultas de cada jugador en la mesa.

Piedra angular: El cambio hacia el "acuerdo" regulatorio

Las instrucciones de Powell parecen repentinamente, pero en realidad son el primer pie en el acelerador sobre una pista cuidadosamente despejada. Antes de esto, el clima regulatorio en Washington ya había cambiado silenciosamente. Una acción de "descongelación" coordinada está allanando el camino para esta gran apuesta.

El núcleo de la transformación es la eliminación sistemática de las barreras del pasado. A principios de 2025, la Reserva Federal, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) se unieron para revocar varias guías restrictivas anteriores sobre la participación de los bancos en negocios de criptomonedas. Estos documentos habían sido el "hechizo restrictivo" que limitaba a los bancos tradicionales al tocar el mundo de las criptomonedas. La declaración oficial es "apoyar la innovación", pero la interpretación del mercado es más clara: la luz verde ya está encendida.

A continuación, la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) también derribó otro alto muro, derogando el controvertido Aviso de Contabilidad de Empleados No. 121 (SAB 121). Esta regulación había obligado a los bancos a contabilizar los activos criptográficos mantenidos en nombre de sus clientes como parte de sus propias obligaciones, lo que incrementaba significativamente el costo de ofrecer servicios de custodia. Con este obstáculo eliminado, la puerta para que los bancos ingresen masivamente al campo de la custodia de criptomonedas se ha abierto por completo.

Esta serie de acciones que parecen independientes conecta un camino claro: desde permitir la custodia, hasta fomentar la participación, y ahora hasta aceptar en el núcleo del sistema financiero su uso como colateral. Los reguladores han utilizado una serie de estrategias para llevar los activos criptográficos del margen al centro, construyendo una "autopista" sin obstáculos.

En el centro del escenario: el gigante que carga con la historia

Para entender el peso del pedal del acelerador, es necesario comprender el papel de dos gigantes: Fannie Mae y Freddie Mac, así como su historia poco gloriosa durante la crisis de 2008. Como empresas de apoyo gubernamental creadas por el Congreso, inyectaron liquidez vital al mercado al comprar y garantizar hipotecas, y sus estándares de suscripción se convirtieron en la "ley suprema" de la industria.

Y la FHFA, que supervisa a estos dos gigantes, nació como un producto de la crisis de 2008, y su misión central es evitar que la historia se repita. Esto constituye la contradicción más dramática del momento: una institución creada para "des-riesgar" ahora instruye a sus regulados a abrazar un activo conocido por su alto riesgo. No es diferente a permitir que un paciente recién recuperado pruebe un nuevo medicamento potente con ingredientes desconocidos. Bajo la dirección firme del nuevo director, Pulte, las preocupaciones del mercado no son infundadas.

Dominó: Cómo el riesgo evoluciona de apuestas individuales a tormentas sistémicas

Antes de que los dos gigantes fueran llevados a la mesa de juego, ya existía un mercado de préstamos "nicho" destinado a los poseedores de criptomonedas. Empresas de tecnología financiera como Milo y Figure tienen un modelo muy simple: los prestatarios presentan activos criptográficos que superan con creces el monto del préstamo como garantía, a cambio de fondos para la compra de vivienda. El mayor riesgo de este modelo radica en la "notificación de margen" (Margin Call); si el mercado se desploma, y el prestatario no puede realizar un depósito adicional, los activos colaterales serán liquidadas. El riesgo está estrictamente delimitado dentro de este pequeño ámbito entre las dos partes del préstamo.

Sin embargo, una vez que Fannie Mae y Freddie Mac entran en escena, comienza a desarrollarse un inquietante guion familiar. La trayectoria de la crisis de 2008 comenzó precisamente con el empaquetado y la difusión del riesgo. En aquel entonces, los bancos empaquetaron una gran cantidad de préstamos subprime de mala calidad en valores (MBS) que parecían seguros, y los vendieron al mundo a través de las garantías de los dos gigantes, hasta que nadie conoció la verdadera naturaleza del riesgo, hasta que toda la estructura colapsó.

Ahora, podemos imaginar fácilmente una escena similar: los bancos otorgan préstamos respaldados por activos criptográficos, que luego son vendidos a Fannie Mae y Freddie Mac, quienes a su vez los empaquetan en "valores respaldados por hipotecas criptográficas" (CMBS), fluyendo hacia fondos de pensiones, compañías de seguros e inversores globales con el respaldo implícito del gobierno. Cuando este riesgo, que originalmente pertenecía a individuos, se amplifica e inyecta en todo el sistema financiero, el "circuito de retroalimentación negativa" que la Reserva Federal ha advertido podría ser activado. La directiva de la FHFA intenta conectar este juego especulativo de pequeño círculo con la infraestructura de vivienda nacional, cuyo gran riesgo es evidente.

¿Antídoto o veneno?: El choque de dos futuros

Para esta política, los partidarios y opositores pintaron un futuro completamente diferente.

En los ojos de algunos, esta es una "genialidad" para resolver la crisis de vivienda en Estados Unidos. Los datos no mienten, casi tres cuartas partes de los hogares estadounidenses están bloqueados por los altos precios de la vivienda. Al mismo tiempo, se está formando un gran grupo de tenedores de criptomonedas, compuesto principalmente por jóvenes, que poseen una gran riqueza digital, pero también enfrentan la dificultad de "subirse al tren". El núcleo de esta política es construir un puente que conecte a este grupo de personas "ricas en activos, pero pobres en efectivo" con su demanda rígida de vivienda.

Pero desde otro punto de vista, esto no es más que la reaparición del fantasma de 2008. Críticos como el economista Nouriel Roubini han descalificado las criptomonedas como "una burbuja especulativa sin valor intrínseco". Un funcionario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) fue aún más directo: "Esto no es más que introducir otro tipo de valor mobiliario no regulado en el mercado de la vivienda, como si 2008 nunca hubiera sucedido". Ellos creen que esta práctica solo avivará el mercado inmobiliario en tiempos de auge, mientras que en tiempos de crisis, las liquidaciones forzadas golpearán tanto el mercado de criptomonedas como el mercado inmobiliario, creando una espiral descendente mortal. Lo que es aún más preocupante es que, en el contexto actual de una oferta de vivienda ya ajustada, la afluencia de un gran poder de compra nuevo casi seguramente elevará los precios de las viviendas en general, creando una nueva brecha de riqueza.

Problema sin resolver

La orden de Pulte solo fue el disparo de salida; el verdadero desafío son los innumerables detalles frente a la línea de meta. Una serie de cuestiones clave siguen sin resolverse: ¿qué criptomonedas son elegibles como colateral? ¿Cómo se valorarán en tiempo real estos activos con volatilidad 7x24? ¿Cuál será la "tasa de descuento" (haircuts) establecida para cubrir el riesgo?

Curiosamente, en medio de todo el bullicio, los dos protagonistas de la historia - Fannie Mae y Freddie Mac - mantienen un silencio intrigante. Esto confirma precisamente la naturaleza política impulsada de arriba hacia abajo de la directiva. Se encuentran involuntariamente envueltos en una "carrera armamentista" de tecnología y gestión de riesgos, debiendo desarrollar en un corto período de tiempo un sistema de control de riesgos que pueda competir con el de las ágiles empresas de tecnología financiera. Esto representa un gran desafío para cualquier gran burocracia.

La directiva de la FHFA sin duda marca un punto de inflexión. Representa el momento en que convergen una agenda política clara, un entorno regulatorio recientemente más laxo y la enorme inercia del sistema financiero de vivienda en Estados Unidos. El mercado inmobiliario, uno de los sectores más centrales de la economía estadounidense, ha sido oficialmente designado como el próximo campo de batalla en la fusión de activos digitales con el mundo tradicional.

Este movimiento elevará el papel de las criptomonedas de ser un activo especulativo a convertirse en una posible piedra angular para la construcción de riqueza y la realización del sueño americano. Si el futuro será una gran salto hacia una inclusión financiera más narrativa o una repetición de la inestabilidad sistémica, dependerá completamente de esos planes de implementación que están por establecerse, llenos de detalles diabólicos. Esta vez, el mundo estará atento a ver si Estados Unidos aprenderá de la historia de 2008. La historia apenas comienza.

Ver originales
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
  • Recompensa
  • Comentar
  • Compartir
Comentar
0/400
Sin comentarios
  • Anclado
Opere con criptomonedas en cualquier momento y lugar
qrCode
Escanee para descargar la aplicación Gate
Comunidad
Español
  • 简体中文
  • English
  • Tiếng Việt
  • 繁體中文
  • Español
  • Русский
  • Français (Afrique)
  • Português (Portugal)
  • Bahasa Indonesia
  • 日本語
  • بالعربية
  • Українська
  • Português (Brasil)