Si te gusta un caballo, no intentes perseguirlo, seguramente no lo alcanzarás. Debes sembrar hierba y flores, esperar a la temporada en la que la hierba crezca y los pájaros canten, y el caballo volverá a buscarte naturalmente. Pero ¿qué pasa si ese caballo no regresa? No importa, tienes la hierba y las flores, tienes encanto y recursos únicos, si ese caballo no viene, vendrá otro.
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