Los fundadores de OpenAI, Sam Altman y Elon Musk, discuten sobre el liderazgo en el desarrollo de la IA. Grok cree que el proyecto de Altman mejora la facilidad de uso de la IA, pero existen preocupaciones sobre el impulso de ganancias; Musk, por su parte, se centra en la seguridad y la ética de la IA, y enfrenta críticas. Grok apoya más a Musk, argumentando que su prioridad de seguridad es más importante para la supervivencia humana. La mejor situación sería que ambos se complementaran y estuvieran regulados. El abogado de Musk, Toberoff, declara que, a pesar de que OpenAI anuncia el control sin fines de lucro, Musk continuará con la demanda.